Una mujer me preguntó en una noche disfrazada de celos...
- Johni ¿Piensas que en alguna otra vida pudimos habernos conocido?
- Claro, preciosa... En algún cuento de hadas.
- Eres incorregible Johni. Te lo pregunto en serio ¿Crees en el destino?
- Soy un romántico, encanto. Por ese motivo no puedo creer en el destino. Sobrevivo en las trincheras combatiéndole al amor. He naufragado en algunas ocasiones por arrecifes que no quiero volver a visitar. Supongo que son mis heridas las que puedan atraerte. En fin, querida, me preguntaste si podíamos habernos conocido en alguna vida pasada y... Creo que es posible...
- ¿De verdad que lo piensas posible, Johni?
- En alguna otra noche como esta de Jameson´s on the rocks he llegado a imaginar que podría reencarnarme en botella. En una buena botella, resistente, de color verde, como el de los ojos que enloquecen. Si te gusta la idea, nena, te invito a dejarme algún mensaje en ella si volvemos a coincidir en esa otra vida.
- Lo dices como si no volviéramos a vernos en esta. Además, mis ojos no son verdes. Tienes a otra, ¿verdad?
- Cariño, si algo he aprendido en los años que destilo es que para todo hay una primera vez... Incluso para la última. Y te equivocas, amor. No tengo a otra... tengo a otras.
- Tu ironía escuece, Johni. Tienes muchas papeletas para ganar en la lotería de la soledad. Bien conoces el dicho de que quien mucho abarca poco aprieta.
- Lo conozco demasiado bien, corazón. Por eso precisamente te aprieto tan poco... Para abarcar mucho.
- ¿Usas palabras hermosas para hacerme daño, Johni?
- Tesoro, la noche está vestida de luna llena. Ambos sufrimos de corazones rotos. Nos conocimos y nos deseamos. ¿Quién necesita más de compromisos y vínculos? ¿Los que los rompieron o los que nunca los tuvieron? Creeme, es mejor así; sin exigencias y con apetencias.
- ¿Quien te partió el corazón, Johni? ¿Dónde lo dejó? No me respondas. Hagamos el amor una última vez, con la pasión de los que tienen la oportunidad de saber que es la última vez. Al menos déjame disfrutar de este momento como si fuera auténtico y te recuerde como quiera.
- Debo confesarte algo, princesa. No necesitas saber el daño que haya sufrido, sino el que he llegado a causar; precisamente ese es el dolor que quiero evitarte. Somos dos muñecos efímeros, prescindibles, en tregua, personajes infrecuentes que habitamos en lugares erróneos. Nos separa el mismo aire que nos une. Fingimos ante la complicidad de la noche que deseamos lo que hacemos. Y ambos sabemos que cuando el día llegue lo que aparentaba unirnos era un imposible... Te diré algo más mientras te desnudo, y te lo diré en voz baja, como un susurro con aroma a rumor; te lo diré a traición, por la espalda, besando tu nuca con mis palabras... Haremos el amor, corazón, por última vez... Por primera última vez.
¿Seducir engancha?
¿Has conocido a personas capaces de enamorarse y desapasionarse con la intensidad de una estrella fugaz?
Una vez estuve enamorado.
Supe que estaba enamorado cuando volví a enamorarme.
Entonces comprendí que al principio lo que tuve fue un vínculo emocional lleno de afectos que me hicieron pensar y decir que estuve enamorado.
La segunda vez fue la primera.
La segunda vez sí que estuve enamorado porque sentí el dolor del desamor.
Desde entonces vivo enganchado a relaciones imposibles.
Hace poco vi una historia con la que me identifiqué de inmediato.
Se llamaba la botella.
Hablaba de afectos, de soledades, de diferencias y de jugarse la vida por un imposible; de hacer que la vida merezca la alegría de ser vivida... De eso hablaba esa historia sin decir ni una palabra.
Cuando terminé de verla pensé en cuánto de imposible estoy incorporando a los días que me suceden.
Ya resulta bastante complejo vivir llamándome John. P como para intentar sobrevivir habiendo elegido la manera más hermosa para poder morir de hambre... Escribiendo... y no cantando, como dijo David Moya, de quien tomo esta frase, en la presentación de su "heroico fracaso".
John. P
Tuyo y de todos
¿Herido? ¿Desamor? Espero que tenga poco de autobiográfico, ya que como ejercicio literario me ha gustado.
ResponderEliminarPoco -me temo- que tiene de autobiográfico por no poder estar de acuerdo con Gabo -sin duda por discrepancia de talentos- en que la vida no es para contarla, la vida es para vivirla. Me agrada que al menos lo literario te guste en ausencia de veracidad biográfica.
ResponderEliminarBueno, todas las historias que salen del corazón, todas las que nos gustan, todas las que sentimos.. tienen algo de autobiográfico, porque lleva parte de nosotros, es preciosa la historia, gracias por enviármela, un beso!!!
ResponderEliminarJhon, me sumo absolutamente al comentario de Gema con quién estoy totalmente de acuerdo.
ResponderEliminar¡Cuidaté!
John, me parece una historia muy linda, y desde luego llega muy al corazón, además ¿quién no ha estado alguna vez en una situación parecida?
ResponderEliminarPues eso que me gusta mucho como escribes.
Un abrazo.
Lola
Por fin ha vuelto John. P....... menos mal... tantas charlas sin trascendencia, pensaba que había acabado con MIKI y sus amigos tomándose unas cañas mientras miraban la bombilla fundida.
ResponderEliminarMe alegro que estas de vuelta John.
"La segunda vez fue la primera"... la tercera vez sera la vencida Johni?
ResponderEliminarSiempre serán la primera, no lo dudes y vívelo así, como dices tu de forma adictiva...sigue escribiendo de forma tan gráfica, un beso
ResponderEliminar"¿Seducir engancha?" ... no disperses tus energías... déjate seducir... aunque pierdas el aliento antes del primer beso. Hermosas tus palabras Jhon P... también enganchan..
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