Para todo hay una primera vez, incluso para la última.
Ninguno de los que me conocen me identifica con John. P, y lo entiendo. Nació hace poco. Si pudieras elegir nombre ¿Por cuál te decantarías? En mi caso, lo vi claro. Estamos de paso en esta vida y los afectos influencian. Por las aceras, paseando a mi lado de buenos recuerdos y fabricando los cimientos de lo que hoy soy hay algunas personas que se fueron demasiado pronto. Mi tío Juan se llevó su alegría a compartirla a su modo, como sólo él sabía hacerlo. Siendo un crío le tenía idealizado en su buen humor contagioso y travieso. Tengo una deuda con él; es uno de ese tipo de compromisos que estimulan. Un gran tipo mi tío Juan con el que imaginé conversaciones que no llegué a compartir; le miraba embobado hablando y bromeando con todos. ¡Hasta se hizo actor y modelo! La otra persona que se fue de mi vista, que no de mi corazón, ha sido mi madrina Juana, mi hada madrina. Lo suyo es de leyenda. No recuerdo ni un sólo momento en el que no la viera sonreír. Ni uno. Ni postrada en la cama del hospital un febrero del 97. Durante un tiempo quise vivir como ella imaginaba que lo debería hacer un hombre de bien. Me equivoqué. Ahora pienso que lo que siempre quiso es verme bien. Ellos son John. Y son un puntazo. Lo del punto después de John si lo hiciera más grande parecería demasiado, aún así que conste... ¡Son un puntazo! Lo de P, sin punto, es otra historia, la del hijo que no tuve. Se iba a llamar Pablo. De ahí viene la génesis de John. P; cada uno tiene sus motivos para ser como es.
Acaba de empezar el año 2011. John. P está separado y vive solo. Y John. P, aunque ahora lo haga, no suele hablar en mayestático. John. P quiere compartir contigo algunas historias. Las habrá que te parecerán algo fantásticas, aún así debes tener claro que todas están basadas en hechos reales. Todas. Hasta las historias que parecen haberse escrito bajo la influencia de sustancias psicotrópicas. Nada más lejos de la realidad, no toma nada de eso. Pero no lo hace por nada en especial. Generalmente lo que sucede tiene explicaciones sencillas. No fuma “maría” porque no sabe tragar el humo, no por falta de ganas. Además, el marketing es importante, fumar algo que se llame “maría” resulta evidente que no puede ser malo. Lo que venía diciendo, que las historias son las que son. Algunos personajes, por su seguridad, han visto cambiado su verdadero nombre. Por ejemplo, Yago. En las historias en las que aparece le reconoceras por “Y”. Podría poner más ejemplos, pero no me gustaría poner en riesgo más amistades, que me empiezan a quedar pocas... Las justas... Las amistades injustas se han ido al limbo, al rincor de pensar, a que se lo hagan mirar... Son aquellas que durante el partido entre España y Holanda fueron con el árbitro... Al que se sienta identificado quiero decirle algo: ¡Posiciónate!.
Lo que de aquí en adelante quiero compartir contigo es un nuevo modo de entender el mundo. Una visión parcial, personal y mínima... La mía. La de un tipo que empieza a no tener nada que perder y al que todo le suma. John. P te hablará de despistes, errores, pasiones, desmitificará esteretipos, defenderá al cromósoma “Y” más allá de lo razonable. Nota.- Yago, que no se te dilate el ego que lo de cromosoma “Y” no eres tú. John. P somos todos... Para vergüenza de algunos y divertimento de muchos. En cada historia habrá mucho de mestizaje, con pasiones, locuras, música, imaginación, misterio, sexo, libros. John. P es una necesidad, es la fiesta de las primeras veces que no quieren ser la última.
El alter ego de John. P sabe lo que es fingir un orgasmo, tuvo su primera vez de fingir un orgasmo, palabra. Y esa primera vez no fue la última. Al principio le preocupó porque pensó ¿Seré impotente? ¿No habrá sido un gatillazo? Salió de dudas al contarlo. Claro que salió de dudas y de cañas, porque ya puestos, hay que compartir la vida, para bien o para mil. Incluso llegó a ligar contándolo para comprobar así que en realidad no era impotente, se trataba de infraestimulación relacional. Es un mal frecuente entre la población infelizmente emparejada. Que las penas vienen solas, amigos. Toca rodearse de gente buena, que sume afectos, que no sean terroristas emocionales que dejan bombas en forma de saquitos de la mierda en la azotea de tus alegrías. Esa gente no es buena. No, no, no. Son hábiles, debes estar alerta. John. P puede ayudarte a identificarlas, ejemplos tiene. Todo tiene su tiempo. El nuestro está por reinventar.
A los que todavía no conozco... Ya os empiezo a tener cariño. Vamos a pasarlo bien.
Tuyo y de todos.
John. P
John P. me caes bien!
ResponderEliminarEres irónico, mucho y tienes buena letra.
Esto promete, John. P
ResponderEliminarEspero que te sirva para liberar angustias, fobias, frustraciones, pero no te dejes llevar por el momento. Sé lo que quiero decir, pero no se como, puedes pasar de un extremo al otro, a la euforia, pero dicen que en el punto medio está la virtud.
Ha sido un verdadero placer leerte John.P...me gusta la forma en que describes las cosas, con ese punto de ironía en tus letras, que transmiten muchísimo..espero que sea la primera de muchas más.
ResponderEliminarCarlos!!! jajaja! Me ha encantado esta introducción !!!! es genial! Te seguiré.
ResponderEliminarUn besazo!!!
Hola John P ... perdí tu dire ayer, escríbeme ... a atargata@gmail.com
ResponderEliminarSoy la escritora en apuros Nerea. Me gusta tu estilo explicando lo que tu quieres y como quieres al margen del camino que nos marca la sociedad.
ResponderEliminarEllos viven pero de seguro que han pensado menos olvidando que la felicidad no está tan sólo en lograr las metas sino en saber disfrutar del camino...
Si ellos son los cuerdos, los padres de la patria mañana me saco el carnet de los locos. De fijo que descubriré más cosas entre ellos su discurso será bizarro pero en el rasfondo habrá vida, dolor y algunos habrán descubierto la salida de ese mundo irreal y entra y salen a su antojo cuando la realidad les ahoga. Un baño al mundo personal y surrealista y como nuevo para enfrentarse a esta sociedad sin alma ni corazón.